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martes, 22 de octubre de 2019

X ANIVERSARIO DEL BANCO DEL TIEMPO EN MÁLAGA

Ayer celebramos nuestro X aniversario, diez años de aprendizaje, diez años de nuevas experiencias, diez años compartiendo tiempo y saberes, toda una década en la que la participación ciudadana va acompañada del valor de DAR Y RECIBIR.

Todo tiene su esfuerzo, y como tal su recompensa, ayer se demostró que existen personas en éste mundo en el que a veces, nos sentimos extraños, que ofrecen lo mejor de su persona al bienestar de otras, y así va rodando la rueda, incluso se va alargando la cadena, en la que está formada por eslabones personales.

En el Banco del Tiempo, se conjuga el servicio puntual, materialmente hablando, con la red natural que se va forjando, incluyendo amistad, confianza y seguridad, con la carga emocional que conlleva. Formamos una gran familia, en su diversidad de educación, edades, cultura y tradiciones, llevamos dentro el gen que nos transforma en personas que simplemente quieren ofrecer su tiempo y saberes, y así ir forjando en gran capital humano del que todas y todos nos beneficiamos.

Por supuesto no podemos dejar de dar las gracias, a quienes lo han hecho posible, desde sus inicios hasta nuestros días.

Os dejo un poema que se leyó para culminar el acto y dejar patente la filosofía del Banco del tiempo, basado en la confianza de las personas, cuyo autor es Luis Bueno, extraído desde su página de facebook,.



Hablándote en confianza, como me gusta hacerlo, 
durante mucho tiempo me sentí más cómodo 
dando que recibiendo, entregando que pidiendo, 
ofreciendo que aceptando. 

Durante muchos años, mi condición natural, 
con partes de "buenismo", 
partes de "adecuada intención" 
y partes de "deseo de agradar", 
me situaron en esa corriente unidireccional y limitante. 
Y dando, entregando, ofreciendo, me sentía generoso. 

Sin embargo, la vida me fue enseñando 
que esa generosidad era incompleta, 
que esa generosidad caminaba insegura, 
que, en realidad, esa generosidad, no era tal. 

Limitándome a entregar, 
adquiría una posición preeminente, 
merecedora de respeto, de reconocimiento y de gratitud. 
A un nivel profundo, esa apertura a la entrega, 
desde el cierre a la recepción, me otorgaba poder. 
Y desde ahí, entregar era un lastre más que una vela. 
Una arrogante posición más que una humilde actitud. 

Y aprendí que la generosidad solo es tal 
cuando se vuelve reversible. 
En realidad, no eres generoso si no recibes 
con la misma apertura de corazón con que entregas. 
Si no pides con la misma pasión con que ofreces. 
Si no aceptas con la misma humildad con que brindas. 

Y cuando ambos sentidos de ida y vuelta 
se abren paso en la corriente vital, 
la generosidad se muestra radiante. 

Generosidad de ida y vuelta, 
de reversible condición 
y el milagro del fluir cobra vida. 

No te equivoques... 
no hay generosidad de un solo sentido. 
Así que... te entrego lo que deseo 
y acepto lo que me entregues. 

Dar y recibir, la base fundamental de los Bancos del tiempo.

Autor. Luis Bueno –poesía extraida de su página de facebook, que saluda con su especial saludo y así mismo lo hago mío

              SALUD Y PAZ