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viernes, 24 de abril de 2020

Nunca fué más necesario contar con un Banco de tiempo en tu ciudad

Definir la etapa de confinamiento que estamos viviendo en estos momentos ante algo inesperado y mortífero, cómo es el Coronavirus, es difícil de explicar sobre todo cuando queremos expresar los sentimientos que provoca a la población en general, aquí han aparecido todas las emociones habídas y por haber, el miedo, la ira, la tristeza, el llanto, la incertidumbre, el desconcierto, la preocupación, la alegría, incluso el agradecimiento por estar viv@s.
No podemos olvidar que éste virus se ha llevado la vida de más de 22000 personas, muchas, muchísimas, sobre todo por la virulencia con la que se muestra, además de la invisibilidad del monstruo. Otro apunte importantísimo es que más del 50% de esas muertes se han cebado de las personas mayores, y con más inri en nuestros abuelos y abuelas que habitaban en las Residencias de Mayores. Una verdadera catástrofe.
Aquí quiero resaltar que todas esas vidas, se marcharon sin apenas un adiós, de sus familiares, sin una despedida, algunos quizás cogidos de la mano de algún sanitari@ que mostraba su humanidad ante esos trágicos momentos, es un episodio que pasará factura a los familiares, así cómo al personal sanitario que se ha visto sobrepasado ante la fatalidad de asistir a tantas personas en sus últimos momentos. Imposible de olvidar.
Otro dato importante a tener en cuenta que ésta es una Pandemia Mundial, que estamos padeciendo muchos países a la vez. Escalofriante.
 
 A nivel más individual o más local,  cuando pensamos en lo que está pasando, nos hacemos muchas preguntas, a veces demasiadas, por la imposibilidad de tener un criterio determinado que nos lleve en la dirección correcta y nos dé respuestas a lo que está sucediendo, aparece la Culpa y buscamos contínuamente aquello a aquel que la pueda tener, es algo que jamás nos habíamos planteado que puediese suceder en nuestro país, y admirar la capacidad de adaptación que está demostrando toda la ciudadania. A éste nivel, no podemos dejarnos atrás a la Institución Pública, porque también a ellas les ha cogido por sorpresa y se ha dejado al descubierto muchas carencias, a las que hacen frente como pueden, y sobre todo contando con un escaso personal para atender a tantas demandas que se están recibiendo por parte de la ciudadanía. Una vez pase todo, han salido a la luz mucha reivindaciones a todos los niveles profesionales, para reforzar y preveer.
 
Ante ésta pandemia la naturaleza se está reforzando y retomando aquello que le pertenecía y los humanos le habíamos arrebatado, ahora los pájaros y demás aves, trinan con ansiado vigor, aunque también está poniendo de su parte el silencio, la falta de ruidos provocados por la hibernación que estamos llevando los humanos, parece que ahora somos nosotros quienes estamos recluidos para que ellos nos hagan ver que existen y que hay que respetarlos.
 
Estamos en una etapa de cambios, y nos hemos vuelto más solidarios con nuestra vecindad, ha salido a la luz muchas necesidades reales de sostenimientos de las familias, mucha soledad enmascarada, muchas personas que no tienen recursos, ni casa donde cobijarse, todo se ha incrementado, y eso sin medir las consecuencias económicas venideras ante el parón de actividad económica y empresarial por anteponer la Salud a lo Económico.
 
Nunca fué más necesario contar con un Banco del tiempo en nuestra ciudad, se consolida en sus objetivos, las personas somos quienes sostenemos la vida en todo su sentido, el cuidado hacia los demás, quienes nos ocupamos de sostener a las familias, desde la nutrición, la higiene y la salud emocional, demostrando cercanía y humanidad.
 
Somos el valor más alto para nuestra economía, y se está demostrando día a día, como son aquellas personas sanitarias, trabajadores sociales, fuerzas de seguridad, voluntariado, etc.. quienes están sacando adelante tanta necesidades, aportando lo mejor de ellos, su humanidad. El papel que está demostrando la solidaridad en la calidad de realizar un voluntariado, ésta resultando de lo más eficáz, realizando llamadas telefónicas a personas que viven solas y necesitan una atención especial, añadida a que tenga sus necesidades básicas cubiertas.

Cuando llegue de nuevo el tiempo de volver a reencontrarnos presencialmente, seremos más sabi@s, porque todo lo que nos sucede en la vida tiene su propia enseñanza, por lo cual estoy segura que plantearemos nuevas formas de trabajo, de socialización, sobre tod poniendo en el centro lo importante, y dejando a un lado lo suplérfuo.

De momento seguimos en confinamiento, solo así podemos combatir el virus, y solo así podremos llegar a  la  meta. #Nosquedamosencasa

Mª Nieves Gómez Crespillo

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